jueves, 24 de noviembre de 2011

A propósito de Videocracy


Publicada en La Nave, revista de pensamiento político. Año 2 Nº 3. (Julio 2011)


Meno male che Silvio c’é! 
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El Realismo italiano

Por Alejandra Rodríguez


Al comienzo, imágenes en blanco y negro de un bar, se trata de un programa nocturno de preguntas de la televisión comercial italiana, en el cual los televidentes llaman y si aciertan las respuestas, una mujer con el rostro tapado  comienza a desnudarse. Las fábricas de la zona se quejaban porque los obreros llegaban  dormidos a trabajar al quedarse hasta altas horas de la noche frente al televisor. Este programa de la década del 70, era el comienzo de la televisión berlusconiana y el inicio de la revolución cultural en Italia. 

Videocracy, el documental del italiano Erik Gandini  analiza la acumulación de poder que ha experimentado la televisión en Italia durante los últimos tres decenios y de cómo influye intensamente en los comportamientos de la población. Gandini se centra en el imperio mediático de Silvio Berlusconi y en los estrechos vínculos entre intereses políticos y televisivos. 

Con variadas imágenes de archivo, construido con una estética fragmentaria, televisiva,  el director toma como eje de la narración al primer ministro italiano, pero también nos cuenta la vida de otros personajes que dan una pincelada amplia sobre la conformación del imaginario cultural italiano. La historia de Ricky, “aspirante a estrella”, un karateka veinteañero cuyos ídolos son Van Damme y Ricky Martín - de quien se sabe todas las canciones - y sueña con ser una estrella de la televisión para lo cual destina gran parte de su vida a hacer castings mostrando su show que combina ambos personajes. La paleta la completan: el paparazzi Fabrizio Corona, un fotógrafo que chantajea gente famosa y que a través de su particular profesión puede provocar el derrumbe o el triunfo de cualquiera; el relacionista público y amigo de Berlusconi Lele Mora -fanático de Musolini  que tiene en su iPod el himno fascista “Camicia negra” – un bonachón cuya figura se recorta en el blanco estridente de las paredes y objetos de su lujosa mansión de la costa sarda; por último, Fabio Briatore, el director de la versión italiana de Gran Hermano que define uno de los aspectos más sobresalientes de la televisión italiana “mujeres prósperas, saludables, semidesnudas, de senos grandes, luces, colores” . A través del recorrido por estas cuatro historias de personajes masculinos, se muestra la trama cultural de una sociedad en la cual las mujeres - que ocupan el centro del relato - se desnudan, cantan, bailan y acompañan a los hombres. En el documental se cuenta, que en Italia el 80 % de las mujeres  sueña con ser una Veline  (gatita) de la televisión, tener dinero y casarse con un futbolista millonario.
Al final, el dato que aporta el documental, es escalofriante, también el 80 % de los italianos creen que la realidad es lo que muestra la televisión y  que la libertada de prensa en Italia es inexistente.

A finales de agosto de 2009 la cadena pública RAI y Mediaset, controladas por Berlusconi, han declinado retransmitir el tráiler de Videocracy.
El film, nos abre la reflexión acerca de la tendencia mundial a que candidatos empresarios mediáticos poderosos  sean propuestos y elegidos en elecciones democráticas. Por un lado, es sabido que los discursos audiovisuales son los discursos imperantes de nuestra época actual y que a través de la naturalización de sus representaciones construyen identidades operando sobre el imaginario colectivo y sobre las subjetividades. Las sociedades han sido moldeadas más por la naturaleza de los medios con los que se comunican sus integrantes que el contenido mismo de la comunicación. Como diría el teórico Marshall McLuhan, “el medio es el mensaje”. En la Italia actual la realidad se construye en la televisión. A quienes han crecido con esa televisión se les ha implantado una experiencia de vida.  

Por otro loado la cultura política globalizada ha construido una nueva asimilación del discurso de derecha, haciendo presente en cada momento de la vida social, de la comunicación y la  opinión pública los procesos de globalización.  En la actualidad, la puesta en escena de la política ha adquirido una relevancia inédita. Las formas modernas de comunicación política no promueven el contacto físico con el candidato- práctica sostenida por las formas tradicionales - sino que por el contrario, apuestan al contacto virtual y mediático entre candidatos y electorado. “Desde hace más de dos décadas, la cantidad de personas que buscan respuestas a sus interrogantes políticos en la televisión ha crecido en la misma proporción que ha disminuido el número de aquellos que las buscan en los comités partidarios”[1]

El documental nos muestra la simbiosis entre poder político y televisión. En Italia el presidente de la televisión es el presidente del país: “la vida puede ser maravillosa como en mis canales de televisión” dice el primer ministro sobre imágenes de chicas semidesnudas, avivadores de aplausos y conductores riéndose. Fabio Bricatore, explica que cuando el ministro va a hablar en cadena hay que terminar los programas antes de horario, cuestión de no dar tiempo a que los televidentes hagan zapping. Por otra parte, un spot de campaña de Berlusconi nos muestra a decenas de bellas mujeres – profesionales, amas de casa, mujeres modernas – que cantan su lealtad al hombre providencial, reiterando en cada estrofa “meno male che Silvio c’é” (suerte que Silvio está). Podríamos trazar una versión argentina sobre el poder de los monopolios mediáticos – políticos y recordar el triunfo de Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires. Sucedió en el 2008, con el “alica – alicate”  como muletilla de fondo cada noche en el programa televisivo ShowMatch. Cualquier parecido con Videocracy ¿será producto de la casualidad?

El advenimiento del empresario en los asuntos públicos, desde la caída del muro de Berlín, es una variable que poco se tiene en cuenta a la hora de pensar el vacío ideológico de las ciudadanías contemporáneas. En un momento de retorno de  la política en America Latina, pensar la televisión sólo como una mera mercancía es desconocer la importancia vital que tienen en la configuración de las mentalidades y en la producción de subjetividad.






[1] G.M, Pandiani,  Marketing Politico, Ugerman  Editor, 1999, Bs.As.




3 comentarios:

  1. Excelente la nota. Felicitaciones por el blog!

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  2. interesante frase: la vida puede ser maravillosa como en la tv! pensaba que los realitys pretenden que la tv capte la realidad de manera directa, sin mediación de la ficción, pero esta frase viene a expresar lo contrario, el deseo de la realidad de "tevicarse". la realidad es gris, rutinaria, cotidiana, sin música de fondo ni caras presuntamente perfectas, precisamente porque es real! y la tv es maravillosa porque no lo es. desde ese punto de vista la vida jamás podría ser maravillosa y aunque fuera posible... ¿sería deseable?

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  3. El final de la nota remite a un poder con el cual hay que estar muy atentos… El poder de los medios.
    Si bien este documental es muy actual. Creo que la vigencia de este texto tiene que ver con el análisis político de un material fílmico.
    ¡Felicitaciones por el BLOG!

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